Se terminan
los Días sin
años.
Se terminan
el lamento
el grito
(de no poder
saltar,
vivir
amar
partir)
la oscuridad
el llanto
los conflictos
vanos
la ansiedad
subterránea
largas noches
de espera.
Dejás toda una
vida
indigna,
solitaria,
de anehdonia, de
miedos y
fracasos.
Dejás toda una
historia
familiar y
ausente.
Te queda en el
cajón
esa pulsera
de la última flor
que marchitaste.
Te queda la
casita
de tus viejos,
de ahora en más recuerdo
y añoranza.
Comienza una vida
nueva, tuya.
Comienzan los
días
que vendrán.
Y te llamo,
yo sé que estás ahí.
Y te llamo,
no dejo de
escucharte
latir.
MJT
21/12/2015