domingo, 26 de diciembre de 2010

final




Todos los sonidos del piano y de la orquesta
Todas las ilusiones en ellos puestas
Todos los que llevan su mundo a cuestas


Todas las lágrimas con dolor derramadas
Todos los que amanecen sobre la almohada
Todas las penas por orgullo ahogadas


Todos los pensamientos puros y no tanto
Todas las noches de silencioso canto
Todos los miedos enfermos de espanto
Todas las sábanas como un sólo manto


Todos los gestos del actor cansado
Todas las caricias que se han guardado
Todos los que tienen a su amor atado
Todas las que han vanamente esperado


Todos los paisajes con asombro descubiertos
Todas las estrellas contadas despierto
Todos los recuerdos de aquellos que han muerto

 
Todas las respuestas soplando en el viento
Todos los seres que habitan en mi lamento
Todas las almas en un sólo aliento



                                            de existencia feliz.







MJT
23/04/2006

miércoles, 22 de diciembre de 2010

algo sobre la condición mundana

(introducción)

La miraba con deslumbramiento, pues era realmente una gran hembra: ¡qué piernas, qué tetas, qué hermosos ojos!..


(texto principal)

Sé que muchos ya han escrito sobre esto, pero...
¡Qué horror, la novelización de la vida!
¡Oh, romanticismo! 
¡Si pudieras ser sólo una rama del arte!
Y no un modo de vida, un modo de no-vida, de disiparse, de perderse el viaje, de perderse uno mismo, entre tanta vuelta.
¿Por qué el camino no se vislumbra claramente? 
¿Por qué la niebla?
No hablo de extremos; ellos son fáciles y tendenciosos.
No hablo de extremos simplemente porque aprendí que no existen.
No hablo, pues, de extremos.
Pero tanta tendencia a complicar todo, tanta oscuridad...
¡Qué pavada, eso de la santificación de la vida!
¡Oh, cristianismo! 
¡Si pudieras materializarte, entre tanto chamuyo!
Alguien dijo (y no fue Cristo): “hermanos, he aquí la correcta forma de pensar la vida: negad los placeres terrenales a fin de acceder al verdadero placer celestial; pues vive el hombre trágicamente en este valle de lágrimas para poder luego disfrutar del paraíso...”, etc.
Y lo más triste es que este ridículo dogma tuvo incontables seguidores, incluyendo al (¿autor?) de este texto.
Ojo, es la misma sociedad la que en parte contribuye a la institucionalización (entre paréntesis, si encuentran otra palabra de veinte letras, ¡háganmelo saber!) de éste y otros dogmas, casi tan dañinos. Y así estamos:
-Viviendo en constante control y represión interna (sí, che: vos también, aunque te creas repiola, superespontáneo, ultramoderno).
-Sufriendo por cosas que no nos atañen y que, además, carecen de
-Vagando por el mundo con culpa y miedo. Y vergüenza.       sen-
-Solos. Cada vez más solos. Encerrados en la boludez         ti-
-Llorando nuestra                            tecnológica.    do.
                  innecesaria
                              agonía.




MJT
18-19/04/2006

lunes, 20 de diciembre de 2010

tema y variaciones



Algo me llama, desde las sombras.
Desde el ropero sucio y polvoriento.
¿Serán las perchas libres de ropa?
¿Querrán que cuelgue en ellas mis vaqueros?
Algo me llama, siento una brisa.
Desde el silencio inalterable un viento.
Son voces sueltas y entremezcladas.
No es ilusión, es como un nuevo Enero.
Algo me llama, oigo un sonido.
Una canción, ya un triste lamento.



Hay algo que me nombra, desde un lugar oscuro, casi remoto.
Desde adentro de aquél armario que nunca limpian.
Me pregunto si será posible que sean esos ganchos con forma de hombros en los que uno deposita sus prendas (quizás eso es lo que me piden).
Hay algo que me nombra, y lo sé porque un leve viento acaba de rozar mis mejillas, anunciándome la irrevocable llegada de un peligro mudo.
Claro que dicho viento estaba constituído en innumerables aullidos dispersos y revueltos como una ensalada de frecuencias.
Y, dicho lo dicho, deben creerme. No lo imagino, es Año Nuevo.
Hay algo que me nombra, y al escuchar un tango lo confirmo.
La vida que surge y se manifiesta, en todos sus aspectos.



Desde una brisa el silencio siento. Llámame inalterable; un viento, algo son: vaqueros, sueltas voces,..mis ellas entremezcladas y en cuelgue (¡¿qué querrán?!). Ropa no es; libres de ilusiones, las perchas serán como un Enero nuevo. Llámame polvoriento y algo sucio; desde el sonido un ropero oigo. Una canción desde las sombras... Llámame un triste; algo ya lamento.



Me pareció sospechar que decían mi nombre. No sé si era mi nombre entero, con mi segundo nombre y apellido, mi D.N.I., mis pantalones, mis ilusiones, tangos y Eneros; o simplemente mi nombre. Quizás dicho llamado provenga de recónditos lugares: el placard de la pieza, el arcón donde guardo mis antiguos juguetes, el patio de la escuela. ¿Qué será lo que este llamado significa? ¿Tendrá como fin mi comienzo?



Algo -el ropero, las perchas: ellas me llaman sucio libre-
¡Qué cuelgue!
Algo -el silencio, voces, un viento entremezclado-. 
Ilusión.
Algo -una canción- 
oigo ya.



Sombras       Lamento               Canción             Silencio
Brisas           Voces      Ellas      Ropero            Cuelgue
Perchas            Algo                   Llama          Vaquero
Inalterable          Sonido                 Ilusión        Sucio
Enero                                                     Viento
                                                           Libre



MJT
06-07/04/2006

martes, 14 de diciembre de 2010

permeabilidades II



Va y viene la pelotita. Ping. Pong.

- ¡Qué paliza! - dice Ariel, que está por irse a comer a su casa pero parece que no se va más porque mi viejo insiste en darle la

revancha.

Tres a uno van ahora, y la cosa sigue...

Ojonovayanacreerquenoledoyimportanciaalaspectolúdicoperohaygentequeseemocionasobremanera.

Seis iguales.


Mientras tanto, el papel.
Permeable, por suerte.

Se me ocurre que las flores son realmente bellas cuando escasean (como ocurre con los sauces en verano) y que somos así, apegados a la costumbre como un mono.

Doce-siete. Ocho-doce (cambió el saque).


Se me ocurre también que el mundo es una olla con agua caliente, y que somos como fideos que se van cocinando de a poquito, por eso nos ablandamos a medida que pasa el tiempo. Aunque algunos tal vez sean huevos fritos en una sartén, ya que rápidamente el mundo los quema y los convierte en algo distinto a lo que eran.

De repente me doy cuenta de que tengo un hambre de locos.

Pica el bagre y todo se va al carajo, como las pelotitas de ping-pong, que por cierto tienen la notable y odiosa facultad de inmiscuirse en lugares incómodos para el alcance humano.

Voy a buscar la pelotita al baño y me pongo a observar la cortina, tan calma entre todo el bullicio producido por los gritos, las risas, la pelota que repica y las teclas deestamáquinadeescribirremington10.

Entonces, se me ocurre que la cortina, como las flores, son las cosas que hacen que el agua o el aceite quemen menos. O que eso creamos, mientras nos cocinan a fuego lento...


- ¿Qué hora es? - pregunta Ariel
- Diez y veinticinco – contesto.
- Bueno, juego el último y me voy - asegura. ¿Será verdad?

El comienzo de las cosas siempre es más claro.
Los dejo, está la comida.

MJT
10/04/2006

miércoles, 8 de diciembre de 2010

permeabilidades I



Mas, la vana alfabetización de las cosas,
sirve al locro en el invierno, mejorando notablemente
cuando el choclo está cocido.



Todo vida, todavía, Tobías era un buen pibe (según sus tías).
Decidió marcharse un día en tranvía, porque llovía; tenía esas manías, que devenían en reproches de sus tías, cuando volvían de la panadería.




Cenicero que me llamas,
                         te respondo:
                                       no me rompas
                                                      la ceniza.


Tobías lo hacía, y ya ves...

(No te rías de sus tías, porquería!)



 
Hace unas horas estaba más distraído; interesante es observar lo que el tiempo hace con uno. No siempre hemos de estar aquí, al menos eso dicen, pero...

   -Colocaría algo tonto por acá, 
   para minimizar las habladurías-
                                    La divagación no tiene fin,
                                     el tonto no come choclos,
                                     ni el locro lleva sandía.





Mas, la vana semblanza, el llanto mudo,
sirven de consuelo al pobre, siempre y cuando se contente
si su cama está vacía.



Amor mío, yo te llamo,
                         te supongo,
                                       te imagino,
                                                     te analizo.

¿Vendrás?


No podría asegurarlo:
mi fé sólo existe
en la poesía.


MJT
29/03/2006

martes, 7 de diciembre de 2010

dos poemas de enero



I.


...porque si de lombrices se trata,
la conservación de las mismas se produce gracias al

                                        tintero de la mesa, 
                                                              
el cual, habiendo sido entregado a su misión,
tomó tinta, se emborrachó y dijo:
“tomad y escribid todos de mí,
porque esta es mi tinta”.



Y así, la lombriz, solitaria,
abandona las perennes hojas de los sauces 

                           –que en verano escasean–

y se dirige a la tinta del tintero,
ahora ennegrecida por su fortuna e imperio.




II.


El reloj no camina (marca las ocho).
He vuelto una vez más con las manos vacías.

¿Cuántas veces?
No sé, ya perdí la cuenta.

¿Tendré que morir?
Espero que no, supongo que no hace falta.

Para ser, siempre yo.
Puro egocentrismo, al fin.
Puro egocentrismo idiota.

El reloj no camina (necesita pilas)
Yo necesito dormir,
aunque me vendría bien
una mina.



 


MJT
Enero de 2006
Santa Ana, Colonia

(gracias SNM)

domingo, 5 de diciembre de 2010

anarquía impura




Las horas pasarán, aunque no quieras.

El perro es más feliz al no saberlo (por otra parte, no le es
y así vive sus días.                 dado elegir su camino,  
                                     aunque a veces tampoco 
                                     a nosotros).

Los días transcurrirán sin que los notes, y al final...

...de cuentas, lo menos importante importa más que lo más importante; y hablo de la importancia de los años acumulados –bonita palabra– en el cuerpo de las ideas que nos conforman.

LOS AÑOS SE ESCURRIRAN ANTE TUS OJOS, aún con más prisa,

                                 y dejarán la marca de su peso,
                                                    acumulado
¿Cómo                                  en la triste acumulación
        reírse,                                     acumulada.
                  entonces?

¿Cómo despreciar a aquel que se toma en serio las necesarias   
                                                 trivialidades
                             –palabra zonza, esta–,
                                 las cosas simples y terrenales?

¿ ´´      ´´     a aquel que muestra su naturaleza sin 
                                                   embarazo,    
                                     su carnalidad mas santa?

DESPRECIARLO!!! 

             Grotescamente, además, si luego vas a pasar por ahí
                                                         por ahí
      La vida te acosa:                                  por ahí
      vas a pasar por ahí, vas a pasar, vas a pasar, vas a pasar

para sentirte amado;
para cumplir con los anhelos alguna vez engendrados,
             con las metas mas grotescamente impuestas,
             con el sueño inconsciente, valga la redundancia.

¿Cómo reirse???!

Quien suponga que todo puede ser
       APLAZADO – DELEGADO – MEDIDO – CONTROLADO – CALCULADO -                                                      pensado,

es, indudable y grotescamente,                                                                                                                          
                                      idiota.


Reír es jugar al futuro
 
 
          (por otra parte, una forma de relegar el sufrimiento,
           la ocupación, los inalterables subterráneos...

                         ...porque alguna vez se pasa por todo;
                                  y todo pasará, quieras o no).


MJT
25/03/2006