sábado, 2 de abril de 2016

vida nueva




Disfrutar (y aprender a bancar)
la soledad,
la intemperie,
la cercanía,
la lejanía,
la responsabilidad,
la madurez.

Comodidades,
encuentros,
la paz de ser
uno mismo,
la dicha impagable
de la libertad.

Tristezas que insisten
en llegar a la orilla,
pero ya no te arrastran
mar adentro,
donde no hacías pie.

En el horizonte, la niebla:
aumentos, tragos amargos.
Contemplar las cosas
desde otro ángulo. Desde
la mirada del pájaro
sobre las nubes.

Habrá que pelear
cada segundo,
habrá que disfrutar
cada instante.
Conciencia de la vida
más que despierta.
El amor y el arte,
siempre como banderas.

Después de todo, un guerrero
no detiene jamás su marcha.




MJT – 30/3/2016

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