I.
...porque si de lombrices se trata,
la conservación de las mismas se produce gracias al
tintero de la mesa,
el cual, habiendo sido entregado a su misión,
tomó tinta, se emborrachó y dijo:
“tomad y escribid todos de mí,
porque esta es mi tinta”.
Y así, la lombriz, solitaria,
abandona las perennes hojas de los sauces
–que en verano escasean–
y se dirige a la tinta del tintero,
ahora ennegrecida por su fortuna e imperio.
II.
El reloj no camina (marca las ocho).
He vuelto una vez más con las manos vacías.
¿Cuántas veces?
No sé, ya perdí la cuenta.
¿Tendré que morir?
Espero que no, supongo que no hace falta.
Para ser, siempre yo.
Puro egocentrismo, al fin.
Puro egocentrismo idiota.
El reloj no camina (necesita pilas)
Yo necesito dormir,
aunque me vendría bien
una mina.
MJT
Enero de 2006
Santa Ana, Colonia
(gracias SNM)
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